Es un municipio de la Comunidad Foral Navarra, cabeza de la merindad del mismo nombre, en la comarca de Tafalla.
Establecida sobre un cerro fundado por
los romanos en el siglo I d.C un asentamiento que más tarde acogería la villa
medieval de Oligicus. En época visigoda en el año 621, bajo el reinado de Suintila, que
fundo la ciudad y tras la invasión musulmana por Banu-Qasi, fue reconquistada por Alfonso I el Batallador.
Pasando en 1147al rey de Navarra García
Ramírez IV el Restaurador, que le otorgó su primer fuero.
En 1266 se convierte en la Corte de los Reyes de Navarra. Su relevancia queda confirmada al ser elegida
como una de las sedes preferidas de los monarcas Navarros.
A partir del siglo XV el rey Carlos III «el Noble» de la Dinastía Capeta y su esposa Leonor de Trastámara, comenzaron la construcción del Palacio Real de Navarra en Olite. Los fondos reales, se invirtieron en el palacio, pues durante su reinado no hubo ninguna ofensiva, debido a su carácter pacífico e impulsor de las artes, en un estilo que reflejo su época.
En 1512 pasa a manos del Reino de Castilla. Felipe IV le concede el título de ciudad en 1630.
Desde sus brillantes momentos en el siglo XV y hasta el siglo XIX, Olite experimenta un eclipse político y un fuerte descenso demográfico.
A comienzos del siglo XIX son de destacar los graves problemas de los
comunales y el interesante fenómeno del cooperativismo agrario; en Olite se
fundó la primera cooperativa de Navarra y tercera de España.
Olite, además de por su encantador
entramado urbano, es conocida por el famoso castillo-palacio y, en menor
medida, por las iglesias de Santa María (gótica) y San Pedro (románica y
gótica).
Entrando por el Portal de Tafalla,
reconstruido en 1612.
Atravesamos, el Portal del Chapitel, que como el de Tafalla, pertenece al perímetro romano, que comunica con el espacio medieval. La torre se utilizó de Casa del Concejo hasta 1401.
Seguimos paseando mientras nos topamos con palacios renacentistas y barrocos.
La llamada Casa del Preboste.
Seguimos el paseo por calles de trazado árabe, como la rúa Villavieja.
Desembocamos en el Portal de Tudela, crucero y entrada a la ciudad sobre el foso medieval, desde el siglo XII.
Y nos encontrarnos con la iglesia de San Pedro, en la Rúa Mayor, que es la de mayor antigüedad de las conservadas en Olite.
Un edificio de los siglos XII y XIII, con cabecera sustituida en tiempos del barroco. Se reconoce desde bastantes puntos de la población gracias a su espigado campanario.
La fachada occidental conserva una espectacular portada románica, formada a base de cinco amplias arquivoltas de ancho baquetón.
Por encima, se abrió un gran rosetón
circular claramente gótico con tracerías formando doce grandes vanos. A los
lados también hay dos pequeños óculos trebolados, envuelto en un gran arco
apuntado.
Su portada, presenta un tímpano con tres
personajes, San Pedro, San Andrés y Santiago, bajo una arquería, flanqueados
por una pareja de ángeles.
El dintel luce decoración
esculpida a base de tres escenas consecutivas que describen algunos momentos
hagiográficos del titular del templo; San Pedro.
Vemos consecutivamente como recibe las llaves de la Iglesia de manos de Cristo, estando al frente del Colegio Apostólico.
Luego una escena en que aparece en su barca y Cristo frente a él, bendiciendo al pescador de hombres.
Y por último un momento de su juicio y sentencia
seguidos de la escena de la crucifixión cabeza abajo, como el decidió, por no
sentirse digno de sufrir la misma muerte de su Maestro.
Tanto la decoración del tímpano como la del
dintel que lo sustenta evidencian ya un estilo gotizante, posterior en el
tiempo al resto de la decoración de esta portada.
Probablemente del primer tercio del XIII según
parece desprenderse de la epigrafía comentada. El resto de la portada, en
cambio, hay que ubicarla en un momento de plenitud del románico, siguiendo
cánones clásicos.
Las mochetas que soportan el dintel
son también figuradas. En una de ellas observamos a una de las predicciones
habituales en el arte románico internacional: Sansón montando sobre el león
desquijarándolo. Lamentablemente, la cabeza del juez de Israel se encuentra
completamente pérdida así como la del león.
En la otra mocheta lo que se esculpió fue la escena simbólica del hombre armado con escudo y vestido de cota de malla, en este caso de pie, enfrentado a un gran oso al que ha debido de herir por que lleva sus tripas afuera del vientre, como en el claustro de Santillana del Mar, también erguido, símbolo de la muerte. De nuevo, las esculturas han perdido ambas, las cabezas.
Los capiteles
de sus columnas, que acompañan a las mochetas, muestran a la izquierda a un guerrero clavando su lanza a un dragón.
A la derecha un centauro.
Y continuamos callejeando llegamos a la plaza de los Teobaldos donde paramos a tomar un tentempié, obtener fuerzas y otear el templo de Santa María La Real.
No son muchos los datos que se tienen
del origen de la iglesia de Santa María, parece que el edificio se comenzó a
construir en el primer cuarto del siglo XIII y se ha afirmado que sustituyó a
una parroquia anterior, que se encontraba en el mismo emplazamiento.
La primera vez que se menciona esta documentalmente,
es en 1223.
La mayor parte del edificio debió de
construirse en estos años, pero hacia mediados del siglo XIII, se le añadió a
los pies el coro en alto y la monumental fachada. Durante el reinado de Blanca
I se construyó un claustro, a modo de atrio que realza la fachada monumental de
la iglesia, en torno al año 1432.
Se estructura por medio de tres crujías con arquerías apuntadas que a su vez acogen pequeños arcos trilobulados.
A ambos lados del arco de entrada del atrio se alzan las figuras de Doña Blanca, hija de Carlos III el Noble, y la Virgen María, muy deteriorada y sin cabeza, por el paso del tiempo. La imagen de doña Blanca es una copia, la original está en el interior de la iglesia.
Ambas figuras descansan sobre ménsulas, coronadas por un dosel. Sobre el arco un escudo con las armas de doña Blanca I y Juan II, Navarra, esposo de esta y padre, por su segundo matrimonio con Juana Enríquez , del futuro rey Fernando el católico.
Con respecto a la fachada del templo,
se integran la totalidad de los elementos básicos del gótico canónico:
entablamento, tímpano con arquivoltas, óculo y remate en piñón, flanqueado por
dos inconclusas torres para organizar el conjunto. Todo apunta a Olite como
banco de ensayo donde se gesta un modelo llamado a repetirse en lugares
cercanos.
La monumental fachada, descansa sobre
un zócalo corrido, liso y con plinto.
El único cuerpo del entablamento se organiza en columnas desiguales, alternando fustes de distintos tamaños. El dintel es estrecho y repleto de decoración vegetal, copiosa y dinámica, de escala reducida y relieve plano.
En el habita un animado repertorio de
seres diminutos sorprendidos entre los motivos vegetales.
Se distinguen de izquierda a derecha: un joven encaramado a un aparente roble del que se alimenta un cerdo tras el un arquero cazando un ciervo,
vides con sus hojas de parra y racimos de uvas que aluden a su tradición vinícola,
ser híbrido tocando una cornamusa, una especie de gaita,
seres fantásticos de tipo monstruoso,
centauro y ser híbrido y
una escena de lucha de dos efebos cabalgando sobre sendos leones.
Su tímpano está plenamente dedicado a
la Virgen María y al Ciclo de la Natividad. Centrado en este timbal aparece el
grupo constituido por una Virgen María en la habitual iconografía de Trono de
la Sabiduría.
Anunciación |
Natividad |
Presentación en el Templo |
Bautismo de Jesús por parte de San Juan Bautista |
Matanza de los Inocentes, la Huida a Egipto. |
El ciclo prosigue con la Epifanía pero en Olite se rompe el ritmo de la lectura, por la particularidad de la imagen central, si bien la composición acabada demuestra que ésta es una Virgen a la que los Magos, que desde las dovelas le ofrecen sus presentes.
Se comienza la escena con un ángel que inaugura la comitiva hacia el tímpano, tocando una trompeta, y un escriba muy deteriorado, sin cabeza.
A continuación se asienta a Herodes, que se caracteriza con corona, manto real, pierna cruzada y espada en alto que insisten en su autoridad. Se ladea hacia el rey próximo, y sobre su hombro y su espada, asoma un pequeño diablejo que le instiga al oído. En las cimbras enfrentadas en el lado izquierdo, varias figuras decapitadas de pastores-músicos, completan la festividad.
Sobre él, las arquivoltas presentan una decoración vegetal con hojas de roble, vid y cardo incluyendo un perfecto Green Man en la clave, personificando la primavera.
Todo representado con gran maleabilidad, entre los
cuáles pueden verse dos pequeñas figuras orantes bajo un doselete, que se
podrían corresponder con las representaciones de los reyes Felipe el Hermoso y Juana I de Navarra.
Felipe el Hermoso |
Juana I de Navarra. |
En la actualidad se ha recuperado gran
parte de la policromía con que fue rematada la escultura lo que acentúa el
naturalismo gótico de los temas tratados.
Los capiteles de sus columnas, muestran los de la derecha una escena de jugadores de dados peleándose.
La desaprobación de Dios a Adán y Eva.
Dos frailes y la Virgen sedente con el Niño. Uno de los dos frailes representa a San Francisco de Asís, con la inscripción FRANCISCUS PETS en una filacteria.
Un hombre con cota de malla luchando con un oso, alegoría en el arte románico de la muerte, como hemos mencionado anteriormente. Rematando la escena otro guerrero luchando contra animal, con grandes fauces, toda la escena ente pequeñas caras en las esquinas que forman los capiteles, continúa con dos aves enfrentadas sin cabeza, posiblemente arpías ya bastante deterioradas, como los que continúan el relato.
A ambos lados de la puerta sobresalen en las jambas una escogida y
trabajosa serie de relieves, organizada en enmarques cuadrangulares y
rectangulares.
La variedad la define, como tramas vegetales que se mezclan con elementos heráldicos, alternan con animales reales y fantásticos, a su vez se labran formas arquitectónicas, de condición ornamental. Y todo ello adobado con una copiosa imaginería bíblica, asuntos veterotestamentarios, citas del Nuevo Testamento y motivos apocalípticos combinados con una encubierta referencia al repertorio del zodíaco y trabajos de los meses, a modo de calendario.
Pelícano dando de comer a sus crías, sobre flores de lis. |
Arquería gótica, sobre esta un ibis. |
Puerta entreabierta. “lo que se cerró por Eva se abrió por Ave” en alusión a María. |
Dos arpías (ave de rapiña con rostro de mujer) contrapuestas. |
Caín mata a Abel, sacrificio-ofrenda de Caín y Abel |
Elefante con torre y hombre que toca un cuerno, a modo de pregonero. |
Eva después del pecado. |
El pecado original |
Emblema con flor de lis y castillo. |
Dragón |
Escena de lucha |
Centauro disparando |
Máscara grotesca en rosetón. |
Tres peces unidos por la boca(triskel). |
Escenas de aves con los cuellos entrelazados |
El Cordero Místico. |
Trabajos de Adán (layas) y Eva (rueca). |
Zodíaco |
Persona arando (Adan) |
A ambos lados de la puerta se presenta el Apostolado.
Compuesto por un friso de 12 arcos trilobulares con sus columnas, inscritos en otros arcos apuntados decorados con motivos animales en su arranque, y figuras humanas y animalísticas, en cada uno de los arranques de sus arcos.
Albergan las figuras de 11 de los Apóstoles y Jesús; frontales, de pie, de diferentes alturas y peanas. Sus pliegues, graciosa inclinación de cabeza y postura de las manos denotan el gótico inicial, pero la expresión de sus caras, tiene aires del románico.
Si miramos de frente la portada, a la izquierda, vemos a San
Pedro, se acompaña de las llaves y un libro, le acompaña Santiago, cuando lo
habitual es que su hermano Andrés le secunde, está caracterizado como
peregrino: el sombrero de viaje, las sandalias, el bastón perdido y la
escarcela con las veneras acreditan su condición de caminante. La imagen
contigua de la que quedan restos de una cadena con la que somete a un diablejo,
personaliza por tanto a San Bartolomé. Para las otras tres, acompañadas
únicamente del libro, su identificación se resiste.
Santiago |
Por la derecha irrumpe San Pablo con el códice y restos de una espada, de la que sólo resta la empuñadura. Le acompaña San Juan Evangelista joven e imberbe, coincidiendo con su retrato habitual. Tras el Jesús con gesto de bendecir, Se apoyan sobre una imposta decorada con un oso y un basilisco o animal fabuloso. Los tres restantes tampoco están identificados. El ultimo, hay quien lo identifica con San Mateo o Santo Tomas otro, pero ninguno puede confirmarse, solo son propuestas.
Sobre la portada un gran rosetón de compleja tracería circular, múltiples arquillos y huecos triloculares, al que en 1997 se le añadió una vidriera geométrica.
Como anécdota en esta iglesia se rodaron escenas de la película Los Borgia de 2006.
Y llegamos a su palacio-castillo.
Así como las de la propia ciudad de Olite.
En su peculiar configuración se palpa la influencia de la arquitectura francesa y de la decoración mudéjar.
Las ruinas de la Capilla de San Jorge, oratorio privado de los reyes,erigido a finales del siglo XlV. Construida en el Palacio de la Reina porque fue la Reina Leonor la que animó a que se hiciera. |
La
influencia francesa se hace notar en las
esquinas, donde se levantan torreones circulares con cubierta cónica de
pizarra, que ha sustituido a su tejado original hecho de plomo.
Carlos III y su esposa doña Leonor van a ser los artífices de la construcción del Palacio Real “que tenía tantas habitaciones como días el año”.
El derroche económico, creatividad y capricho
va a convertirlo en un palacio de ensueño, uno de los palacios más esplendidos
de Europa en su época y aunque parece un palacio muy restaurado, no lo es
tanto, su fisonomía es la original, el aparente desorden de su diseño es uno de
sus principales encantos si tenemos en cuenta que fue edificado en distintas
fases, se debe a que su construcción
nunca se afrontó como un proyecto de conjunto, debiéndose el resultado final a
las continuas obras de ampliación y reformas que se sucedieron durante siglos,
aunque la mayor parte de las obras se realizaron entre finales del siglo XIV y
principios del siglo XV.
El entonces rey de Navarra, Carlos III «el
Noble», decidió convertir el palacio existente en sede real permanente y
dotarla de todo el ornamento propio de estas.
El castillo de Olite, tiene dos partes bien diferenciadas, el Palacio Viejo, que actualmente alberga un Parador de turismo.
Y el Palacio Nuevo, abierto a los visitantes y que luce su aspecto actual gracias a una restauración acometida en 1937 tras el incendio provocado en la Guerra de la Independencia.
Vista de la huerta del Convento de
los Franciscanos. Esta huerta fue el Jardín Real en los tiempos de Carlos III y su mujer Leonor. Se sabe que tubo hasta un zoológico. |
Incendio ordenado por el guerrillero Espoz y Mina durante (1813), ante
el temor de que en él, se fortificaran las tropas francesas de Napoleón.
El estado actual del edificio es fruto
de una restauración, todavía sin concluir, iniciada a principios del siglo XX,
y basada en el proyecto con el que los arquitectos José y Javier Yárnoz ganaron
el concurso convocado para ese fin. La intención de esta compleja labor es la
de recuperar la estructura original del palacio. Así, podremos distinguir entre
lo que se corresponde con el edificio original, y lo que se debe a su
restauración. Sin embargo, la riquísima decoración interior que revestía sus
muros se ha perdido para siempre, al igual que los jardines exteriores que lo
rodeaban.
El conjunto formado por sus estancias,
jardines y fosos, rodeados por las altas murallas y rematados por las numerosas
torres, le confieren una espectacular y mágica silueta. En su época, llegó a
ser considerado como uno de los más bellos de Europa.
Nos adentramos en las instalaciones del actual Palacio por el jardín viejo, desde donde pasaremos a la sala de excavaciones; tiene ocho metros de profundidad cubiertos por los escombros del castillo primigenio.
Tras él se pasa a la sala abovedada, donde actualmente se realizan exposiciones.
Para continuar a la sala de los arcos o de los Murciélagos, cuya finalidad no es más que la de sujeción de los jardines de la estancia de la reina, aquí descargaba el agua que anegaba los vergeles.
Desde esta nos dirigimos a la planta
superior por una escalera interior de caracol que nos lleva hasta las
dependencias nobles del palacio.
Donde podemos apreciar entre otras:
Las cámaras reales, en el núcleo central y alrededor de las cuales se distribuye el resto del castillo. Destacan los ventanales abocinados y el patio colgante, al que se accede desde los aposentos de la Reina.
A esta sala también se la cita como Sala de los Ángeles porque en ella había veinte querubines. No sabemos si los ángeles estaban pintados o tallados en yeso. A esta cámara se había añadido un jardín interior colgante, bajo este se encuentra, la sala de los arcos que soporta el jardín de la soberana, el cual no llego a disfrutar pues falleció antes de ser terminado.
A su lado la cámara del Rey, o Cámara de los Lazos, donde también despachaba los asuntos de estado. Es bastante más grande que la de la reina, tanto el habitáculo como la chimenea y los ventanales de arcos lobulados.
Contiene la conocida como la Galería Dorada, este corredor, fue edificado en 1402 y es una de los pocos que se conservan en las construcciones palaciegas europeas.
Tiene un mirador abierto con una
elegante tracería gótica formada por dos arquerías superpuestas que descansan
sobre finos maineles. Unos pilares de
sección romboidal, dividen la galería en 3 tramos de cinco, cuatro y cinco
arcos.
Esta galería tuvo que ser desmontada para su restauración, y una vez labrados los elementos que faltaban, se volvió a montar en 1942.
Bajo este corredor se accede al patio de la Morera con un gran árbol catalogado como monumento natural y árbol protegido en Navarra.
Se dice que fue el propio rey quien lo mando plantar, por sus buenas propiedades curativas. La especie se cultiva por sus hojas, único alimento de los gusanos de seda, cuyos capullos se utilizan para fabricar seda.
A su lado el patio de la Pajarera, que era una especie de gran jaula cubierta de redes donde las aves volaban libremente.
Canalizaciones. |
La torres que se alzan sobre las cámaras reales y de entre todas destacamos tres: la del Homenaje, la más alta y espectacular.
La de las Tres Coronas, de formas extravagantes. Es conocida también como la Torre Ochavada. Fue construida en 1411 y es la torre más caprichosa de todo el palacio. Es octogonal y está dividida en tres cuerpos, que van disminuyendo gradualmente conforme se sube de nivel.
En su interior cobija dependencias con chimenea y mirador, comunicándose entre sí por otra escalera de caracol adosada al bloque de la torre. El mirador es muy estrecho, pero al recorrerlo nos transmite la sensación de encontrarnos en un verdadero castillo de hadas. la torre fue construida para que los hijos del monarca jugasen.
Al lado de esta, está el pozo de hielo, en la parte sombría del castillo, se encuentra este pozo que servía para almacenar capas de nieve y conservar alimentos, a modo de nevera. Se reconoce, porque su enorme tapadera recuerda a una cáscara de huevo, con 8 metros de profundidad.
Y la de los Cuatro Vientos,
desde la que antaño se asistía a los torneos y hoy en día brinda unas hermosas
vistas del casco urbano y los viñedos que lo rodean.
Y la torre del aljibe
TORRE DE LA ATALAYA. Detrás se puede observar la Torre de la Atalaya, también conocida como la Torre del Vigía y Torre de la Joyosa Guarda. Es la que menos labores de restauración ha necesitado. Se construyó en 1411 en planta cuadrangular y está coronada por almenas. Se le adosó un esbelto cilindro que alberga una escalera de caracol que comunica las distintas dependencias que se superponen en la torre, y que culmina en el elevado puesto de vigilancia. Está considerada como la torre más bella, aunque no la más espectacular.
Destaca un ventanal con el lazo infinito de los Evreux.
Es Monumento Nacional desde 1925.
Gustavo Adolfo Bécquer ha sido uno de
los turistas impresionados por este palacio. Fue a finales del siglo XIX
cuando un viaje llevó al poeta hasta Olite y, ante el estado deplorable que
presentaba el castillo, le dedicó un ensayo «Castillo Real de Olite. Notas de
un viaje por Navarra». en el que evocaba las épocas gloriosas de este conjunto
arquitectónico.
Es un corto relato que tiene una
descripción detallada de la exacta sensación que provoca Olite cuando la
visitas y te adentras en sus calles.
INFORMACIÓN RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES
ENLACES:
https://es.wikipedia.org/wiki/Merindad_de_Olite
https://es.wikipedia.org/wiki/Olite
https://www.youtube.com/watch?v=-E3HC-7rwI0
https://www.youtube.com/watch?v=tbfR9mfByQM
https://www.visitnavarra.es/es/olite
https://www.arteguias.com/iglesia/santamariarealolite.htm
http://www.olite.es/iglesia-de-santa-maria-la-real-de-olite/
http://www.arquivoltas.com/6-Navarra/Olite01.htm
https://es.wikipedia.org/wiki/Hispania_visigoda
http://www.hernandezrabal.com/espana/navarra/olite.htm
https://es.wikipedia.org/wiki/Palacio_de_los_Teobaldos
https://www.youtube.com/watch?v=k8wfLiktvl0
https://es.wikipedia.org/wiki/Palacio_Real_de_Olite
http://www.jdiezarnal.com/palaciorealdeolite.html
file:///C:/Users/Monica/Downloads/Dialnet-Olite-729482.pdf
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